YACIMIENTOS
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rupestre más icónico de la península
Primeras pinturas rupestres descubiertas en el mundo, con figuras antropomorfas, zoomorfas y geométricas que datan del Calcolítico y la Edad de Bronce.
Fuencaliente (Ciudad Real), situado en Sierra Morena, puede considerarse la cuna del arte rupestre, ya que fue en este municipio donde en 1983 se descubrieron las primeras pinturas rupestres de las que se tiene noticia: Peña Escrita y La Batanera. Ambos fueron declarados Monumento Arquitectónico Artístico en 1924 y desde 1985 todos los yacimientos de arte rupestre son considerados Bien de Interés Cultural (BIC).
En la actualidad se conocen 19 estaciones de pinturas rupestres esquemáticas en la localidad, aunque no todas ellas son visitables y algunas se encuentran en fase de estudio. Las publicadas hasta ahora son Peña Escrita, La Batanera, El Morrón del Pino, El Escorialejo, Criadero de Los Lobos, Cueva de las Sierpes, El Piruetenal, La Serrezuela, La Golondrina, Morrón del Pino, Cueva de Melitón, Los Gavilanes, Solana del Navajo y El Piruetanal.
Los yacimientos visitables son Peña Escrita, La Batanera, Morrón del Pino y El Escorialejo. Otros yacimientos, como La Cueva de la Sierpes y la Serrezuela, han sido protegidos y puestos en valor, pero no están señalizados y en algunos casos su localización es difícil, por ello se aconseja visitarlos con guías locales.
Estas pinturas, realizadas con una mezcla de óxido de hierro y aglutinante orgánico (tuétano de hueso, mateca, huevo…) son de color ocre, con distintas gamas que varían del rojo al anaranjado. Pertenecen a los periodos Calcolítico y Edad del Bronce (III-II milenio a.C.) y están vinculadas a culturas metalúrgicas y pastoriles.
Se encuentran en abrigos, covachas o rocas aisladas de cuarcítica, en Sierra Morena, entre 750 y 1200m de altitud, en zonas que varían desde espacios protegidos hasta lugares con amplias vistas. Representan figuras antropomorfas, zoomorfas, ídolos, ramiformes, soleiformes, tectiformes, motivos geométricos (barras, triángulos, círculos, puntos…), líneas onduladas, etc.
Las pinturas rupestres forman parte de nuestro patrimonio y de nuestra herencia cultural. Son un testimonio vivo de nuestros antepasados más remotos, que aún están presentes a través de sus obras. Podemos disfrutar de ellas, pero es un patrimonio frágil, que debemos proteger y conservar para trasmitirlo a las generaciones futuras.
En 1783 el cura párroco de Montoro D. Fernando José López de Cárdenas, descubrió las pinturas de Peña Escrita y la Batanera en Fuencaliente mientras realizaba un trabajo de recogida de minerales y otras antigüedades para el Conde de Floridabalanca. A él se deben las primeras copias de pinturas rupestres esquemáticas de las que se tiene noticia en la Península y probablemente en el mundo (ver documento original en Investigación y Publicaciones). Para él estas figuras eran símbolos prealfabetiformes, caracteres y figuras propia de fenicios y egipcios, que representaban objetos de culto desconocido.
A principios del siglo XX, Gómez Moreno las calificó como la principal serie entre las pictografías de Sierra Morena.